29 ene 2015

bollos suizos de calabaza


El bollo suizo está siempre presente en cualquier pastelería, es un comodín estupendo para un desayuno o para una dulce merienda, pero también es perfecto para rellenar tanto con ingredientes dulces como salados. Hoy para darles un toque diferente la masa lleva calabaza y para quitar el antojo de mi hijo los he rellenado de crema pastelera, también de calabaza.


ingredientes
450 g de harina de fuerza
80 g de leche entera
60 g de mantequilla sin sal
60 g de azúcar
110 g de huevo
100 g de puré de calabaza
12 g de levadura fresca
una pizca de sal

azúcar para decorar
crema pastelera de calabaza







elaboración

Preparamos una infusión con la leche y unos trocitos de corteza de naranja y de limón, para prepararla hervimos la leche con los cítricos durante 5 minutos y dejamos reposar durante un buen rato. Colamos y comprobamos que seguimos teniendo los 80 g de leche. Los ingredientes deben estar a temperatura ambiente, cuidado con la cantidad de leche, tener en cuenta que no todas las harinas son iguales y el puré de calabaza no siempre queda igual.

Una vez hecha la infusión, disolvemos la levadura en la leche. Colocamos la harina en un bol y añadimos a un lado el azúcar y al lado contrario la sal. Hacemos un agujero en el centro e incorporamos el huevo batido, el puré de calabaza y la leche con la levadura. Comenzamos el amasado dentro del bol hasta que todos los ingredientes se unan, momento en que lo volcamos sobre la mesa o encimera donde trabajemos y seguimos amasando durante 5 minutos girando y doblando la masa. Después incorporamos la mantequilla o manteca de vaca cocida en trozos, y seguimos amasando, golpeamos ligeramente la masa sobre la mesa de trabajo, la estiramos y la doblamos sobre sí misma. Repetimos estos movimientos hasta que la masa se vaya despegando de la mesa. Si alternamos este amasado con reposos de unos 8-10 minutos, con la masa bien tapada, el trabajo de amasado se simplificará. La masa quedará lisa y elástica, un poco pegajosa pero muy manejable.
En la panificadora colocamos la leche, el azúcar, la sal, el huevo batido, la calabaza y encima la harina, la mantequilla en trocitos y por último la levadura desmigada. Escogemos el programa amasado que dura 15 minutos, en mi máquina es el número 7.







Una vez hecha la masa formamos una bola y la ponemos dentro de un bol ligeramente engrasado. Lo cubrimos con film transparente y dejamos reposar hasta que duplique su tamaño, el tiempo dependerá de la temperatura ambiente.

Cuando haya levado ponemos de nuevo la masa encima de la mesa de trabajo, y la dividimos en 10 porciones iguales, formamos bolas, las voleamos y dejamos reposar separadas entre sí, en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear.
Los pincelamos con huevo batido, cubrimos con film transparente y dejamos que vuelvan a levar, hasta que hayan duplicado su volumen y estén muy esponjosos.
Otra opción sería dividir la masa en seis porciones y una vez voleados colocar las bolas dentro de un molde de pan, con esta opción nos sale un pan perfecto para unas tostadas.




Los pincelamos de nuevo con huevo batido, espolvoreamos azúcar y los horneamos unos 10 minutos a 200 ºC, si vemos que se doran mucho bajamos la temperatura a 180 ºC.
Los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez fríos si no los vamos a comer en el día los congelamos individualmente bien envueltos con film transparente. Tal cual están estupendos pero como ya os he dicho mi hijo quería crema pastelera sí o sí, y se la hice, pero para darle también un toque de color, salir de la tradicional y para gastar el puré que me quedaba la hice de calabaza, buenísima... también los podemos rellenar de crema de chocolate, mantequilla, nata montada
, queso, incluso de jamón cocido o un buen serrano...
Las recetas de la crema pastelera y de la crema dulce de calabaza para rellenar las podéis ver pinchando en el enlace correspondiente.



Fuente: Kanela y limón


*H----A

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