22 jul 2014

bollos dulces de brandy



Unos bollos para el desayuno, que podemos comer tal cual o los podemos abrir por la mitad y untarlos con una buena mermelada casera, con una capa de crema de mantequilla y huevo, e incluso rellenarlos con algo salado como un queso de sabor suave o un poco de jamoncito. Además se elaboran sin apenas amasado, el reposo es el que amasa, que más se puede pedir.


ingredientes
para el fermento
125 ml de leche entera
9 g de levadura fresca
50 g de azúcar
150 g de harina de fuerza
50 ml de nata fresca espesa


para la masa
350 g de harina de fuerza
cucharadita y media de sal
100 g de mantequilla en pomada
1 huevo mediano
50 ml de brandy
todo el fermento
un chorrito de brandy para rociar los bollos
azúcar para decorar



elaboración
Lo primero de todo es preparar el fermento, para ello ponemos en un bol todos los ingredientes, los mezclamos, y una vez que estén integrados, cubrimos el bol con film transparente y lo dejamos reposar en un lugar templado (20-22 ºC) una media hora.
Para preparar la masa, ponemos la harina con la sal en un bol grande, añadimos la mantequilla y lo trabajamos todo con las manos hasta obtener una consistencia de pequeñas migas de pan.
Incorporamos el huevo batido y el brandy al fermento y añadimos todo esto a la mezcla de harina y mantequilla. Lo mezclamos con las manos, estrujándolo todo entre los dedos, cuando esté mezclado, tapamos el bol con film transparente y dejamos reposar la masa a temperatura ambiente 10 minutos.
Volcamos la masa sobre una superficie ligeramente engrasada y la amasamos con suavidad 10-15 segundos. Formamos una bola con la masa y la ponemos de nuevo en el bol, la cubrimos y la dejamos reposar a temperatura ambiente otros 10 minutos.
De nuevo la volcamos sobre una superficie ligeramente engrasada, la amasamos de nuevo otros 10-15 segundos, formamos una bola y la dejamos reposar otros 10 minutos dentro del bol bien tapado. Por último la amasamos otros 10-15 segundos, y hacemos un primer plegado a la masa, para ello estiramos la masa dándole forma rectangular y doblamos cada lado de masa sobre el contrario, en total cuatro dobleces. Después de este plegado dejamos reposar la masa bien tapada, una media hora tras la cual hacemos un segundo plegado y de nuevo otro reposo de media hora.





Cortamos la masa en 12 piezas de unos 80 g cada una, boleamos cada una formando bollitos redondos que dejamos reposar bien cubiertos con un trapo, con la unión hacia abajo en una o dos bandejas de horno forradas con papel de hornear, hasta que casi doblen su volumen.
Una vez que hayan levado los pincelamos con brandy, los espolvoreamos con azúcar y los cocemos en el centro del horno precalentado a 200 ºC durante 15 minutos o hasta que estén bien doraditos. Cuando estén cocidos los sacamos del horno y los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Una vez fríos los ponemos dentro de una bolsa de papel para que no se sequen o directamente los congelamos.



Fuente: del libro "Hecho a mano de Dan Lepard".



14 jul 2014

tarta de galletas con queso y cuajada



La cuajada, aquí conocida como "mamia", es uno de los postres lácteos por excelencia, en muchas ocasiones la comemos tal cual, regada con miel, mermelada o espolvoreada con un poco de azúcar o canela... pero como muchos ya sabéis también la podemos emplear para hacer otros postres y prueba de ello son los batidos, cremastartas o pastelitos.
El postre de hoy es una tarta de queso, otra receta de siempre pero que al llevar galletas parece otro postre diferente al que estamos acostumbrados hacer en casa, y eso es precisamente lo que me llamó la atención cuando vi esta receta en el blog de Lidia, "Atrapada en mi cocina", así que el pasado fin de semana me puse a ello y el resultado nos encantó por lo que ya tenemos otra receta de cuajada para añadir a nuestra lista de favoritos.


ingredientes
galletas de canela
500 ml de leche entera
250 g de queso crema
1 sobre de cuajada
5 cucharadas de azúcar
1 trozo de canela en rama
canela molida











elaboración
Del medio litro de leche, separamos un vaso en el cual batimos el contenido del sobre de cuajada y el queso crema.
Calentamos el resto de la leche con el trozo de canela en rama y el azúcar, cuando esté bien caliente, añadimos el contenido del vaso, removemos hasta que veamos que quiere hervir, lo retiramos unos segundos del fuego y sin dejar de remover lo colocamos de nuevo en el fuego hasta que comience a hervir. Retiramos del fuego, quitamos la canela y sin dejarla enfriar, pues nos interesa que se mantenga líquida, empezamos a montar la tarta.





Cogemos un molde rectangular, ya que al ser las galletas rectangulares las acomodaremos mejor, lo engrasamos ligeramente para facilitar el desmoldado y ponemos una capa de galletas en la base del molde, unas 9-10 galletas, que cubriremos con un cuarto de la crema de queso y cuajada, colocamos encima una segunda capa de galletas y repetimos el proceso hasta tener 4 capas de cada. Una vez montada la tarta la cubrimos con film transparente y la dejamos enfriar en la nevera hasta que quede bien cuajada, unas cuatro horas, también se puede hacer de víspera.





Una vez que esté lista para servir, pasamos un cuchillo humedecido por todo su contorno y desmoldamos (la capa de crema quedará arriba), espolvoreamos por toda la superficie canela molida y lista para servir.