28 dic 2010

pan de manzana



Se trata de un bizcocho, no un pan, pero lo llamo "pan" porque es menos dulce y más consistente que el típico bizcocho. La fruta hace que sea suave y ligeramente húmedo. 


ingredientes 
2-3 manzanas reinetas
2 huevos tamaño "L"
3 cucharadas de azúcar
1 cucharada de coñac

100 g de harina de repostería
1 cucharada de levadura en polvo
una pizca de sal

canela en polvo
100 g de mantequilla reblandecida









elaboración 
Preparamos un molde tipo plum cake de 25 cm de largo, para ello lo untamos con mantequilla hasta el borde, espolvoreamos harina, y lo ponemos boca abajo dando unos golpecitos para quitar el sobrante de harina. Precalentamos  el horno a 180 ºC.
Pelamos las manzanas y las cortamos en láminas finas.





























Para hacer la masa del bizcocho, ponemos en un bol la mantequilla, añadimos el azúcar y con ayuda de unas varillas eléctricas lo batimos hasta obtener una mezcla ligera y esponjosa. A continuación añadimos los huevos, de uno en uno, batiendo bien entre uno y otro. La mezcla puede cortarse pero luego se arreglará. Tamizamos la harina junto con la levadura y la sal y la incorporamos en un par de veces a la mezcla anterior con ayuda de una cuchara de madera, hasta conseguir una masa homogénea. Por último añadimos la cucharada de coñac.
Cubrimos el fondo del molde con una cuarta parte de esta masa, colocamos encima una capa de manzana, y seguimos alternando una capa de masa con otra de manzana hasta terminar con una capa de masa. Lo metemos al horno durante 30 minutos, como en todo lo que metamos al horno debemos vigilar la superficie, así, a partir de los 20 minutos si vemos que toma mucho color, ponemos un trozo de papel de aluminio por encima para evitar que se nos dore demasiado, abriendo la puerta del horno el menor tiempo posible. Antes de sacarlo comprobamos que esté hecho, introduciendo un palillo en el centro, este tiene que salir limpio. Dejamos reposar 10 minutos dentro del molde, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.




Para los bizcochos la temperatura del horno no tiene que ser alta, de ahí los 180 ºC. Es importantísimo que el horno alcance la temperatura adecuada, pues de lo contrario el bizcocho subirá por los lados y el centro quedará hundido.
Si el horno está muy caliente, pasará lo contrario el bizcocho subirá por el centro muy rápido, tostándose enseguida y la masa se quedará sin hacer.



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